lunes, 3 de mayo de 2010

Día Mundial en contra del silencio y la censura en el papel.


Cada 3 de mayo se rinde homenaje a los periodistas y a su labor sobre el papel. Pero también es el día en el que se recuerda que no todo el mundo, ni en todos los rincones del planeta, se goza de una libertad para informar a través de los diarios.

En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, que cada 3 de mayo, se celebrara el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Desde entonces, este día sirve para hacer un repaso a la prensa mundial y conocer si realmente existe esa ansiada libertad o bien si se camufla entre las palabras.

Durante la ceremonia en conmemoración de este día, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon ha declarado que “la libertad de expresión es la garantía fundamental que más se transgrede en diversas partes del mundo”. Según Ban “el acceso a la información es un derecho de todos los individuos que debe ser respetado por los gobiernos y los grupos de poder”. Pero todos sabemos que no es así.
A muchos estados les da miedo que se hagan públicas sus acciones, sus políticas o las represalias que aplican contra aquellos periodistas que no silencian todas sus miserias. Hay estados que prefieren mostrar lo bueno de cada casa y no permiten que los ciudadanos conozcan realmente en que mundo viven.
Y no hablo únicamente de países del tercer mundo, en donde el control de los medios es una realidad con la que canalizar la información y por lo tanto, controlar a la ciudadanía. No.
Hay estados sumamente avanzados en tecnología, armamento…pero que cuando se habla de información de la buena, de eso hay poco. Un claro ejemplo lo encontramos en China. La gran potencia asiática quiere llegar a todo el mundo, pero eso sí, dejando los trapos sucios en casa. Cuando se trata de asuntos espinosos que puedan dañar la imagen del país, la censura es su plato fuerte. Por ejemplo, los medios nacionales no pueden publicar información sobre 20 asuntos concretos, entre los que se encuentra la información pro-derechos humanos o la corrupción judicial. Ya se sabe, temas sin importancia…
Y parece que últimamente le ha declarado la guerra a Internet, no vaya a ser que los pobres ciudadanos chinos descubran que en algunos aspectos, sobretodo en materia de derechos, China es un país anclado en la edad medieval.

Como dato, ya sólo en 2009, 81 periodistas fueron asesinados, y 137 se encuentran en este momento en prisión. La mayoría por destapar, en ámbitos más bien locales, tramas de corrupción, irregularidades realizadas por los gobiernos y por mostrar al mundo como algunos estados infringían las libertades y los derechos humanos. La mayoría murieron o se encuentran privados de su libertad por querer ser periodistas.

El pasado 30 de abril Amnistía Internacional publicaba un comunicado en favor de las decenas de periodistas iraníes encarcelados por sus artículos. ¿El motivo? Decir lo que pensaban de un país que desde 2009 vive sumergido en la desinformación a raíz de las polémicas elecciones que ganó Mahmud Ahmadineyad. Centenares de periodistas han visto menguada la libertad de prensa, su libertad para informar y su libertad para expresarse.
Cuba, Turquía, Irak, Rusia…son otros ejemplos en los que hoy en día, ser periodista, no es sinónimo de poder mostrar a la sociedad lo que ellos ven sin tapujos ni prohibiciones.

El día de mañana quiero ser periodista y quiero poder informar sin que el de arriba me tache palabras o me haga reescribir la realidad. Tal vez sea un sueño, lo sé. Pero también sé que en el siglo XXI no se puede permitir que aquellos que tienen poder sigan callando a más de una boca e impidiendo que más de una mano escriba verdades como puños.

"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."
Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos



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Marta Sánchez